La historia del partido que Michael Jordan jugó estando retirado
Michael Jordan tiene muchos partidos para el recuerdo dentro de la NBA, su patio de juego, y también otras situaciones fuera de la cancha por las que será recordado siempre. El documental The Last Dance ha repasado la mayoría de ellas pese a que se centraba en su última temporada con los Bulls, pero ha pasado por alto un encuentro que no era oficial pero sí tuvo cierto significado en la atmósfera de Chicago en los 90.
Concretamente se dio en 1994. Michael Jordan se había retirado para cumplir el sueño de su padre: que su hijo jugara al béisbol. Tras ganar el primer triplete junto a Phil Jackson y los Bulls había empezado a entrenar para asaltar otro trono, el del bate y la bola, pero mientras tanto no olvidaba el baloncesto.
Es por ello que fue el invitado principal al llamado Scottie Pippen All-Star Classic, un partido con personalidades de todo tipo en el que Jordan volvió a jugar al baloncesto por unos minutos. Se disputó en el Chicago Stadium y ahí está otro de los motivos importantes: era el último encuentro -no oficial- en dicho recinto antes de que los Bulls se trasladaran al United Center, su hogar hasta nuestros días.
En septiembre se llevó a cabo este partido en el que MJ, aclamado por el público, volvió a sentir el picorcito. El Equipo Blanco de Jordan ganó al Equipo Rojo de Pippen por un total de 187-150. Con estrellas de los Bulls como Grant o Armstrong y otros jugadores como John Starks el genio se volvió a salir: Jordan fue el máximo anotador del encuentro con 52 puntos (24/46 en tiros) y se fue con un beso al parqué reconociendo lo grande que allí había sido y lo que todavía estaría por llegar.
El partido tenía también un carácter benéfico. Sirvió para recaudar fondos, por ejemplo, para los jóvenes que no tienen recursos económicos para acceder a una universidad. Se recaudaron 150.000 dólares. Pippen, organizador, que venía de ser el MVP del All-Star de verdad ese año, vio hecho realidad su idea y sembró una semilla que dio su fruto.